lunes, 30 de enero de 2012

Leave my body

Tengo unos minutos de paz bajo el agua. Se me abren los poros, como piernas de mujeres hambrientas de las piernas de otras. El jabón me limpia, aunque no es suficiente. Esta suciedad se irá sólo con saliva, con mi propia saliva. Pero ahora el agua cae, ¿qué importa hacia dónde se vaya o hacia dónde vayamos nosotros? Ahora soy yo, ahora está en mí. Cierro los ojos; soy océano, frio y distante y no puedes nadarme. No puedes ni soñarlo. En esta comunión con el líquido primero soy un embrión sediento de útero ingrávido. Floto a solas, con la espuma hirviéndome en las ingles, con las gotas restantes que hacen adorno y nido en mis pezones. Y el vapor, el vapor enmascarando el cuadro, lejos de ojos, de jaulas e injurias.